16 diciembre 2013

Saturación urbana y corrupción

Cualquiera que haya caminado por Once puede percibir que las normas de tránsito y conducta vial son totalmente opcionales. Especialmente en horarios picos.

Mi primera impresión (como diseñador de algunos sistemas) es que eso está mal, que la gente no respeta nada y que todo es una porquería..... pasada la catarsis, y dándome cuenta que el sistema urbano es un artificio muy nuevo respecto del sistema humano. Pienso: está realmente mal?

Porqué las personas no respetan leyes básicas que ayudan a que el sistama de tránsito funcione mejor? Realmente funcionarían mejor si las respetaran?
Ahí es donde tengo que ser sincero y aceptar que después de cierto volumen, los sistemas no escalan. Las ciudades y sus calles están diseñadas para una cierta cantidad de personas (y si no están diseñadas, igual soportan cierta cantidad de flujo). Pasado ese punto seguir las reglas sólo enlentece la circulación.

Es ahí donde el individuo humano, valiéndose de un sistema de evaluación propio, se pasa las reglas por quiere, y comienza a generar nuevas decisiones. Improvisa cuando el sistema del que es parte no soluciona su ansiedad respecto del objetivo.

Lo que es más interesante de eso, es que ante una crisis eventual de un sistema. ese comportamiento sirve para la supervivencia de sus individuos. Al normalizarse la situación, si los individuos continuan en ese comportamiento, producen el efecto contrario al que buscan. Sus improvisaciones y excepciones a reglas generan conflictos nos previstos por el sistema. Entonces pasado cierto punto, la crisis se realimenta.
Las personas generan situaciones en las cuales necesitan ignorar las reglas. Es entonces que el sistema deja de ser una solución. Cuando las personas dejan de confiar en él. En sus reglas.

Y qué pasa si esto que se ve en la calle, es aplicado a instituciones? Cuando los que gobiernan también ignoran las reglas? Cuando lo asistémico se vuelve parte del sistema?
La corrupción es parte del día a día. No es un caso especial, no es una excepción. La corrupción es sólo una forma distinta de no respetar las reglas para llegar a donde quiero. Porque seguir las reglas del sistema no brinda las respuestas que quiero.

La corrupción entonces no es una cuestión moral. Es una cuestión de diseño. Tal vez diseñar el sistema de otra manera ayude a que la gente no necesite ignorar las leyes de transito para llegar a destino a tiempo. Tal vez diseñar otro sistema ayude a que la corrupción no sea un modo de vida.