08 septiembre 2014

Añoranza de la niñez

Hace un rato (un año? dos?) que cada tanto viene a mi cabeza una explicación posible de por qué los viejos dicen que los tiempos pasados fueron mejores.

Cada vez es distinta, y superadora de las anteriores. Pero me parece que esta vez sí, dí con el clavo.

Fijensé que eso de la nostalgia de cuando eramos chicos, no es algo de viejos. Cualquiera que tenga un vigésimo cumpleaños encima lo puede vivir. Pero con la edad (mientras más distancia de la niñez pasa) más se siente.

Y creo tener la explicación. Finalmente, la verdadera, la única (hasta que venga la próxima).

La explicación

(Sí, viene con título)
Creo que lo que nos pasa, es que somos genéticamente optimistas, y con el tiempo vamos volviendonos realistas.... o pesimistas... o directamente cínicos. Le llaman aprendizaje, pero yo creo que hay algo más.
Creo que no sólo aprendemos, también vamos perdiendo la ingenuidad. Lo sorprendente, lo nuevo, deja de ser bueno por defecto. Al contrario, puede ser terrible.

Con el tiempo vamos aprendiendo que las sorpresas pueden ser malas. Que las ideas llevan siempre más trabajo del que parece, y que pocas veces se concretan. Que los amigos pueden cagarte, que las parejas pueden dejarte. Que no importa cuánto esfuerzo pongas hay otras cosas en juego, que si no las ves, perdés igual.

Vamos aprendiendo sí, pero también vamos dejando de ser ingenuamente optimistas.
El optimismo ignorante que nos empuja a vivir cuando somos chicos, se convierte en conocimiento cauto cuando nos hacemos 'viejos'.

Cuando recordás tiempos pasados mejores, en realidad no estás recordando esos tiempos. Te estás recordando a vos mismo. Como vos te sentías, como vos vivías de una manera que ignorabas lo que ahora sabés. Lo que cambió no es tanto lo de afuera, si no vos mismo. Si no mirá los pibes de ahora, igual de sonrientes que vos cuando eras ignorante aventurero.

Y hay una cosa mala y no buena de esta explicación:

  • La mala es que los tiempos futuros van a seguir siendo peores, porque vos vas a seguir envejeciendo. Y todo te va a seguir siendo más evidente y menos positivo que antes. Por lo menos si seguís pensando como hoy.
  • La buena es que no importa tanto la época si no cómo la vivas. Podes intentar vivir el futuro con un poco de ingenuidad y optimismo infantil, y probablemente mejore como te sentís. Nunca va a ser como cuando todo era nuevo, pero la 'vejez' es una actitud que se lleva puesta. 
Si los tiempos pasados fueron mejores es porque estás siendo demasiado realista con la vida. Dejale un poco de margen al surrealismo de lo desconocido. Fantaseá un poco con todo lo que desconocés del universo, todo eso que aún puede hacerte sonreir como un niño.